jueves, 1 de diciembre de 2011

Por ejemplo


Aprender a escribir y tener buena ortografía o morir en el intento.

Hay quienes dicen que no importa escribir bien y que las reglas son para romperlas y no sé qué. A esos acólitos de García Márquez y de la llanerés de la ortografía más fome, no más les comento que Wittgenstein decía que el límite del mundo de cada cual es el de su lenguaje (no en esas palabras exactamente pero esa es la idea).

Si hablan del pito es porque piensan de la verga, y no me extraña que tengan vidas tan minúsculas (all pun intended, by the way).

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