Ese curioso momento en que estas apunto de admitir ante una chica que te gustaba mucho cuando eran más jóvenes, y que por timidez y pendejez nunca lo demostraste adecuada ni abiertamente y que todas las cosas extravagantes y vergonzosas que pasaron fueron nada mas por eso... y te arrepientes una fracción de segundo y no le dices nada...
Otra vez al ridículo...
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