Una de las razones por las que abandoné mi primer intento de novela, hace ya muchos años, fue porque el personaje principal se parecía mucho a mi y no me latía mucho la idea de mostrarme tan abiertamente y tan claramente, finalmente mucho de lo que pensaba el personaje eran mis propias reflexiones y mis sentimientos y todo lo que pasaba en mi vida en ese momento estaba en la novela de una u otra forma, en realidad no fue, como lo dije en su momento, por la incomodidad que me causaba el reconocimiento de que muchos de los pasajes me los estaba robando y/o los adaptaba a la trama de la novela, hoy día eso se hace sin ninguna vergüenza y le llaman "referentes". No jodas.
Sé que lo que más me incomodó entonces fue verme tan claramente en la novela. Mejor escribir un diario y no andar con pretensiones literarias insostenibles. De hecho antes de Serenata Nocturna, así se llamaba ese intento de novela, había escrito otra cosa, se llama Discordía: novela en cuatro movimientos, me gusta la continuidad de los títulos con referentes de la música clásica, ese sí era una especie de diario pero ese sí era ficción 100%, el personaje no tenía nada de que ver conmigo era un cínico peor que yo en ese entonces, aunque la anécdota fundamental si era mía: un rompimiento amoroso y su contexto social.
Pero divago.
Últimamente he visto personajes demasiado parecidos a sus creadores que me da hueva, no veo la razón de hacer ficción como tal, mejor que se llamen proyecciones o anhelos de los autores, pues se trata en cierta forma de lo que quieren o desean ser y no de lo que puede ser, no es el mejor de los mundos posibles que nos propone la filosofía de Leibniz (aun en las peores distopías el concepto se sostiene y sostiene a la ficción), sino que es un capricho o el mundo deseado por cada autor. ¿Para qué escribimos?
Más bien pensaba otras cosas, como que no estoy muy viejo para intentar acabar esa novela, de hecho quizás la distancia sirva para cerrarla, pero que estoy muy viejo para ser parte del club de los 27 como alguna vez me lo propuse, y que no soy ni un rockero famoso o popero malo o escritor decadente y cínico, pero eso sí, aun puedo escribir, morirme, y entonces ser famoso, pero entonces no disfrutaré de mi fama, aunque sí debería disfrutar e intentar escribir más, tengo muchas historias aun por ahí pero empiezo a descartar ya las de cómics, problemas con los dibujantes, siempre problemas con los dibujantes. ¿Para quién escribimos?
O quizás soy muy malo escribiendo y debería dedicarme a otras cosas.
Neil Young siempre me pone de buen humor, "Cinnamon Girl", "Mansion on the Hill" "Fuckin' up" cierran el primer cd de Weld, primero me bajonea recordándome el club de los 27 y luego me propone un mundo nuevo. Debería escribir algo con su música como soundtrack de trabajo
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